The Lady of Shalott [Spanish translation]
The Lady of Shalott [Spanish translation]
I
En ambos lados del río se despliegan
largos campos de cebada y centeno
que visten el mundo y suben hasta el cielo;
y por el campo corre el sendero
hacia la Camelot de numerosas torres;
y de aquí para allá la gente va,
asomándose donde soplan los lirios,
alrededor de una isla ahí abajo,
la isla de Shalott.
II
Los sauces se blanquean, los álamos tiemblan,
pequeñas brisas anochecen y tiritan
en esa ola que corre siempre
junto a la isla en el río
que fluye hasta Camelot.
Cuatro grises muros y cuatro torres grises
miran por encima de un espacio de flores
y la isla silenciosa enrama
a la dama de Shalott.
III
Sólo los segadores que cosechan al alba
yendo entre la barbuda cebada
oyen una canción que con alegría hace eco
desenvolviéndose claramente desde el río
hasta las torres de Camelot;
y junto a la luna, el segador cansado
apilando fajos en las ventosas tierras altas,
escuchando, susurra: "Es el hada,
la dama de Shalott".
IV
Ahí ella teje noche y día
una red mágica de alegres colores.
Ha oído a un susurro decir
que una maldición le caerá de quedarse
mirando hacia Camelot.
No sabía cuál podía ser la maldición,
así que tejió sin cesar
y ninguna otra preocupación tuvo ella,
la dama de Shalott.
V
Y moviéndose a través del espejo claro
que cuelga frente a ella todo el año,
aparecen sombras del mundo.
Ahí ella ve el camino cercano
desdoblándose hacia Camelot;
y a veces, a través del azul espejado,
los caballeros vienen cabalgando de dos en dos,
mas no tenía caballero leal ni verdadero
la dama de Shalott.
VI
Pero en su red aún se deleita
con tejer las visiones mágicas del espejo
pues con frecuencia en las noches silenciosas
un funeral con plumas, luces
y música iba hacia Camelot;
o cuando la luna era escuchada,
dos amantes jóvenes recién casados llegaban.
"Estoy medio hastiada de las sombras", dijo
la dama de Shalott.
VII
A un tiro de arco desde el alero de su tocador,
él cabalgaba entre las poleas de cebada.
El sol llegaba deslumbrante entre las hojas
y se encendía sobre las descaradas grebas
del audaz Sir Lancelot.
Un caballero de cruz roja por siempre arrodillado
ante una dama en su escudo
que destellaba en el campo amarillo
junto a la remota Shalott.
VIII
Su amplia y limpia ceja brillaba a la luz del sol;
con cascos pulidos su caballo de guerra pisaba;
desde debajo de su casco fluían
sus rizos azabache mientras montaba
y cabalgaba de vuelta a Camelot.
Desde el banco y desde el río,
miró rápidamente en el espejo cristalino.
"Tirra Lirra", junto al río
cantó Sir Lancelot.
IX
Ella dejó el tejido, dejó el telar.
Dios tres pasos y cruzó la habitación.
Vio el lirio de agua florecer.
Vio el casco y vio la pluma.
Vio abajo hacia Camelot.
Fuera voló la red y flotó con amplitud.
El espejo se quebró de lado a lado.
"La maldición ha venido por mí", gritó
la dama de Shalott.
X
Ante la fuerza del tormentoso viento del oriente
los pálidos bosques amarillos menguaban.
El ancho arroyo en sus bancos se quejaba.
El cielo nublado llovía a raudales
sobre la numerosa de torres, Camelot.
Abajó vino ella y halló un bote
flotando en abandono bajo un sauce
y alrededor de la proa escribió:
"La dama de Shalott".
XI
Y ya en la tenue amplitud del río,
como una vidente audaz en trance
viendo todo su infortunio
con vidrioso semblante
se atrevió a ver Camelot.
Y al llegar el fin del día,
soltó la cadena y se recostó;
el ancho arroyo lejos se llevó
a la dama de Shalott.
XII
Oyó un canto triste y sagrado
a toda voz y luego en voz baja
hasta que su sangre lentamente se congeló
y sus ojos se oscurecieron por completo
vueltos hacia las torres de Camelot.
Y antes de que llegara la marea,
la primera casa a un costado del río
decía en su canción que había muerto
la dama de Shalott.
XIII
Bajo la torre y el balcón,
por el muro del jardín y la galería,
flotaba junto a una forma reluciente
pálida entre las casonas como la muerte,
en silencio rumbo a Camelot.
A los muelles después llegaron
caballeros y burgueses, señores y damas
y alrededor de la proa leyeron su nombre:
"La dama de Shalott".
XIV
¿Quién es y qué hay aquí?
Y en el cercano palacio iluminado
murió el sonido del festejo real
y se persignaron entonces por miedo
todos los caballeros de Camelot;
pero Lancelot pensativo meditó.
Dijo: "Tiene un rostro encantador;
Dios en su misericordia le dé gracia
a la dama de Shalott".
- Artist:Loreena McKennitt
- Album:The Visit (1991)