Retirada 1984 [La Redota - 1811] [English translation]
Retirada 1984 [La Redota - 1811] [English translation]
No hubo presentación ni habrá despedida
porque cuatro estaciones para vos cantaremos.
No desfalleceremos, la murga es nuestra vida.
La cara todo el año por vos nos pintaremos.
Pero para tender un puente de canciones,
para un breve descanso de cascadas gargantas,
dejaremos cantando un mensaje de voces
a modo de memoria de los que ya no cantan.
Y para eso decidimos rendir un homenaje
a lo más trascendente que nuestra historia anota.
Al éxodo supremo que nos hizo orientales.
Orgullo y epopeya de un pueblo. ¡La Redota!
Mil. Mil ochocientos once.
Elío el español y Buenos Aires
han firmado en octubre, el armisticio.
El padre de la patria ha comprendido
y ha decidido abandonar el sitio.
Mil. Mil ochocientos once.
Esperan ver tu paso los mulatos
para plegarse a el, sin condiciones.
"Vencer o morir libre" les has dicho
y el eco de tu voz, puebla los montes.
En las colinas aguarda el charrúa,
para cuidar tu huella valerosa.
Los criollos y los negros te vigilan,
guardando tu figura majestuosa.
No existen diferencias, entre los orientales,
solidarios y unidos te han tendido la mano
y han dejado sus casas sus tierras y sus bienes
por amar tus ideas y odiar al tirano.
Nadie con mas derecho de decidir destinos.
Nadie mas respetado y amado por su gente.
Podrías haber usado la voluntad de miles
que hubiesen respetado, tu autoridad imponente.
Sin embargo tu estirpe de manantial sereno
forjó un río de ideas de honradez y coherencia.
Y nunca decidiste cuestiones de tu pueblo
sin consultar su siempre soberana presencia.
Mil. Mil ochocientos once.
Por eso te siguieron, porque mientras algunos
negociaban la historia de un pueblo de irredentos,
tu verbo solidario alzaba multitudes
y desenmascaraba traidores y silencios.
Mientras ellos pactaban, tú aguardabas callado.
Confiaba en ti tu gente, condenada al mutismo.
Esperaban por ti, y otra vez enseñaste:
"No esperéis nada más que de vosotros mismos".
Leguas a pie transitan, sosteniéndose apenas
los godos los hostigan, tratando de quebrarlos.
Pero el indio charrúa cubre la retaguardia,
de la noble columna, que prosigue avanzando.
Van cubiertos de andrajos, camino del ayuí.
Han quemado sus casas y dejado sus tierras.
Les azota la espalda, el viento de la gloria.
Solo los acompaña, ¡libertad y miseria!
Un poncho hecho pedazos, ligado a la cintura
es todo el equipaje de los bravos patriotas.
Por pan, sus condiciones, por vino, su coraje,
por sueños, la alborada, de una patria que brota.
¡Adelante! ¡al ayuí! sigamos adelante,
que del salto, el gran salto a la historia daremos.
Esta patria orientala nunca parirá esclavos
y ante ningún Elío.... jamás nos callaremos.
Ya no existen los gauchos montoneros
ni el grito del charrúa exterminado,
pero el recuerdo del ayuí se alza
por sobre la injusticia y su reinado.
En el Caraguatí se hizo semilla
el héroe protector de pueblos libres,
y floreció en tierra americana
su verbo conductor incorruptible.
Después de un siglo y medio aún te debemos
compañero y padre de la patria,
la idea federal que cobijaste
para los pueblos que guiaste y te idolatran.
Te debemos aún el cumplimiento
del reglamento de tierras que creaste.
Te debemos treinta años de destierro
que por odio a los tiranos ofrendaste.
Pero tu sacrificio no fue en vano.
Tu ideario está vivo entre la gente,
se ha mojado en los ríos de tu patria
y lo ha curtido un viento independiente.
Tu ideario ha trepado por los talas,
ha descendido al arroyo y a los montes,
se encaramó en cerros y colinas
y juntó profundidad con horizonte.
Han cambiado los tiempos mas tu idea
prosigue viva y anda en nuestra esencia.
Por claro entre las aguas que nos bañan,
por tenaz, es arado abre tierra.
Hoy tu pueblo camina hacia otra aurora
levantando tus mismos postulados.
Justicia. Libertad. Independencia.
Unidad entre los americanos.
De la misma manera, con la misma esperanza,
es hoy que se retiran los cantos callejeros.
Estas roncas gargantas que marchan aguardando
la vuelta del ayuí de un pueblo compañero.
Entonces, cuando el canto revolotee fraterno
y sus alas dormidas abran plenas el vuelo,
una enorme bandera desplegará esperanza.
Vibrante, libre, diáfana. ¡Jirón de patria y cielo!
Ahora es tiempo de levantar banderas
y alzar un mástil de solidaridad
ondear el alma al viento del futuro
y retumbar desde el barro a la igualdad.
¡Arriba pueblo! Que ya nadie te calle
tu voz eterna, indómita y tenaz.
Tu Falta y Resto te abraza en este grito
izando al cielo un jirón de libertad.
- Artist:Falta y Resto
- Album:1811 (1984)